domingo, 5 de octubre de 2008

[Cultura] Un pedacito de patria en una tierra lejana

¿Cuántos de los lectores de este blog han tenido la oportunidad de ir a otro país? Bueno yo he tenido la oportunidad de viajar varias veces, pero ahora relicé el viaje que cambió mi vida. Cambié mi residencia a un país aledaño al mío, pero tan distinto. Empezando por el clima, en Costa Rica yo vivía en el mejor lugar de todos, en Moravia, el clima ahí es perfecto. Aquí en Panamá no es tan bonito, hay días donde el calor llega a los 40 grados! ¿Creen que alguien que vivió 18 años de su vida en unas temperaturas que rondaban los 20 grados pueda sobrevivir? Por que si es así por favor diganle que me enseñe como.

Otra diferencia es la cultura, la gente en Costa Rica es muy diferente a los panameños, ellos mismos lo dicen. Eso voy a dejar que ustedes mismos lo descubran en algún viaje a estas tierras. Pero aparte de ese par de diferencias tan grandes Panamá me ha acogido de una manera maravillosa.

El punto es que no he logrado hayarme en este país, extraño todos los días tantas cosas de mi madre patria que aquí no voy a encontrar nunca. Desde escuchar un "tuanis" o un "pura vida" de alguien aparte de mi familia. Extraño las conversaciones que pretendían ser inteligentes con mis amigas y las inteligentes muchísimo más. Se preguntarán como he logrado sobrvivir ya siete meses, sencillo, vivo el día a como venga.

Encuentro confort en ver fotos viejas, hablar por MSN con las personas a quienes yo de verdad puedo llamar amigos, quienes viven en un pedazo de tierra tan cerca, pero a la vez tan lejos. Escucho Radio Malpaís todo el día sólo para escuchar las notas de la música que representa mis raíces, escuchar a los locutores hablar y oir esa característica erre nuestra que amo y adoro.

Pero aún asi siento nostalgia cuando voy por la calle y veo las franjas azules, blancas y la roja a lo lejos. Mi corazón da un vuelco cuando suena el Himno Nacional de MI país. Cuando veo la tele y en CNN hablan de MI tierra, sencillamente no puedo pensar. Esas simples cosas que durante tantos años di por sentado, ahora las añoro con todo mi corazón y deseo regresar pronto para poder contemplar esas montañas interminables que tenía en mi vetana.

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